Llevar la contraria es el más bonito de los comienzos. Es desafiar lo convencional. Es el motor del cambio. Llevar la contraria es la decisión necesaria.
LAZURDA entiende así su comienzo: solo hay una cosa segura, y es que debemos volver a desafiar el todo, ensanchar los límites de lo establecido y replantear la dirección de nuestros pasos. Un proyecto que nace de manera natural cuando Bitxo Ma y Roy Mercurio se sientan en un local del barrio de Carabanchel a hablar y a decidir cómo volver a empezar. Como tantas otras veces, después de tantos proyectos a sus espaldas, volver a empezar. Ambos, viejos conocidos de la escena madrileña y excomponentes de Dremen, uno de los grupos más relevantes del panorama de la última década en la electrónica urbana, reúnen a un equipo de músicos para terminar de conformar la jugada: Toñaco, batería y percusionista. Gonzo, guitarrista. Cerbass, bajo. Tony Karate, dj. Y, aunque todos ellos tienen una dilatada experiencia formando parte de diferentes grupos, colectivos y proyectos musicales, saben que todo se empieza de la misma manera: encerrados en un local donde letras y apuntes, notas y acordes, charlas y debates, cigarros y litronas, risas y ensayos, vuelven a dar de comer al gusano de subirse a un escenario a tocar. Y para eso hace falta volver a agarrar un micro y sentirse vulnerable, beber de los recuerdos de la inocencia, mirarse hacia adentro, muy adentro… Para explotar hacia fuera. Y para eso también hace falta volver a grabar, a crear un disco, volver a crear un repertorio, volver a tener esa necesidad tan primaria de querer contarle cosas al mundo. Hace falta VOLVER.